Reflexiones a partir de nuestra serie de eventos en línea: restaurar los ecosistemas de información

Published on diciembre 3, 2024 by The Engine Room

Por: Barabara Paes

3 December 2024

Como parte de nuestro proyecto sobre la salud de los ecosistemas de información en América Latina y el Caribe, pasé el mes de octubre organizando una serie de llamadas comunitarias sobre cómo diferentes organizaciones y grupos están construyendo ecosistemas de informação que son saludables, robustos, prósperos y que apoyan la justicia social.

Nuestras conversaciones se centraron en tres grandes temas – los cuales estuvieron presentes en nuestra investigación recientemente publicada: las complejidades de los llamados “desiertos de información”, el trabajo de responder a las injusticias de género que están presentes en nuestros ecossistemas de información y lo crucial que es tener información de calidad sobre el clima y la justicia ambiental. En este blog comparto algunas de mis conclusiones de las conversaciones que tuvimos.

La dificultad para acceder a una financiación sostenida y a largo plazo ha afectado al periodismo y los medios de comunicación independientes, y a las organizaciones de la sociedad civil

Un tema que surgió en todas nuestras conversaciones fue la dificultad a la que se enfrentan algunos grupos -incluidos los que trabajan con el periodismo alternativo y la comunicación popular, y los que abordan las necesidades de información de sus comunidades- para acceder a fuentes de financiación estables y a largo plazo que les permitan mantener su trabajo.

Las repercusiones de esta situación afectan tanto a las organizaciones -cuando luchan por conseguir los recursos necesarios para llevar a cabo su labor, esto puede realmente repercutir en su sostenibilidad a largo plazo y en su trabajo diario- como a los ecosistemas de información en genera. En palabras de una de las ponentes, Adriana González: “La centralización de recursos es uno de los mayores retos que no contribuyen a acabar con los desiertos de información”. En otras palabras, la salud de los ecosistemas de información se ve profundamente afectada por la escasa disponibilidad de fondos dedicados a las organizaciones que satisfacen las necesidades de información de sus comunidades.

Las personas participantes hablaron de cómo, a la luz de la actual crisis climática, será esencial contar con iniciativas de información centradas en cuestiones climáticas y medioambientales, y de que una transformación duradera -o abordar eficazmente las vulnerabilidades informativas (término que nos presentó la investigadora Jéssica Botelho) de determinadas comunidades- requerirá una inversión sostenida en iniciativas que construyan y proporcionen información de calidad sobre el clima y el medio ambiente.

A este respecto, Laura Sofía Mejía, de Baudó (Colombia), explicó: «[En Colombia] existe la necesidad de cubrir los temas socioambientales, de cubrir los temas de cambio climático. Pero tiene que haber procesos para que las organizaciones y las comunidades refuercen su seguridad, su capacidad, su [capacidad de ser] protegidas. Así que se necesita financiación para que estas mismas comunidades puedan narrar sus propias historias con mucho más poder, para que puedan difundir mejor sus historias, sin tener que arriesgar sus vidas».

Para mitigar las vulnerabilidades informativas, tenemos que dejar de ver los “desiertos de información” como monolitos

A lo largo de este proyecto, empleamos el término «desierto de información» para referirnos a zonas con acceso limitado a información útil, para describir la falta de acceso a información de calidad procedente de diversas fuentes y la ausencia general de infraestructuras informativas en determinadas comunidades. Durante una de nuestras convocatorias comunitarias, la investigadora Jéssica Botelho nos recordó lo crucial que es pensar en estas zonas con una perspectiva matizada: «No podemos considerar los desiertos de información sólo desde el punto de vista de la escasez. Aunque la gente no pueda acceder a toda la información que necesitaría sobre sus propios territorios, allí hay vida, hay flujo de información». Señala que incluso en las zonas donde hay poca disponibilidad de información de calidad, la gente sigue conectada de algún modo a ecosistemas de información más amplios, a través de las redes sociales y otras formas de comunicación.

Jéssica sugirió que debemos evitar analizar los desiertos de información de forma monolítica y reduccionista, y en su lugar mirar de forma holística los diversos elementos que constituyen un contexto donde la vulnerabilidad informativa sea fuerte: desde la falta de financiación y apoyo a las noticias locales y a las iniciativas de comunicación popular, a las desigualdades en el acceso a internet y a las tecnologías digitales, al aumento del desorden informativo, y a la falta de políticas públicas que garanticen el acceso de la gente a la información.

La misoginia sigue siendo una característica definitoria de los ecosistemas de información en América Latina (¡y los grupos feministas están trabajando para cambiar esto!)

Un desafío común que discutimos en octubre se trata de cómo los ecosistemas de información en toda la región han sido históricamente impactados por el machismo y la misoginia. Durante nuestras convocatorias, las ponentes invitadas hablaron de cómo los ecosistemas de información siguen estando plagados de injusticias basadas en el género. Según ellas, esto se pone de manifiesto en la cantidad de mujeres y periodistas, políticos y activistas LGBTQIA+ que son objeto de violencia de género, campañas de difamación y vitriolo, así como en la difusión común de narrativas misóginas y contenidos contrarios a la justicia de género en todos los ecosistemas de información de la región.

Gabriella da Costa (de ITS Rio, en Brasil) nos contó cómo en el contexto informativo brasileño son frecuentes los ataques de género contra las mujeres periodistas, así como la violencia política de género. Teniendo en cuenta el impacto que esto tiene en las democracias (por no hablar de las vidas y el trabajo que estas mujeres llevan a cabo), Gabriella habló de su trabajo con Pegabot, un proyecto creado para ayudar a identificar el contenido no auténtico y los ataques en línea y para apoyar a las personas que han sufrido estos ataques con seguridad digital y asesoramiento jurídico. Karen Vergara (de la ONG Amaranta de Chile) también se refirió a cómo la lucha contra la violencia de género en línea es un proceso holístico, que implica educación e investigación, creación de recursos, formación sobre seguridad en línea y apoyo a las personas afectadas.

Cuando se trata de luchar contra la propagación de narrativas misóginas y contenidos contrarios a la justicia de género en los ecosistemas de información de la región, Agustina Paz (de LatFem) nos mostró algunas de las lecciones aprendidas de su trabajo, incluyendo las estrategias que la organización utilizó para amplificar la conversación política durante las elecciones en Argentina y conectar con las mujeres de todo el país. Habló de ir más allá de los espacios digitales y replantear la forma en que se comunican sobre las causas clave para las mujeres argentinas, llegando a “las mujeres a las que no habían llegado antes” y estableciendo de forma creativa conversaciones significativas con ellas.

Karumanta Escalada compartió su campaña “Basta de Terricidio” y nos recordó lo conectadas que están las distintas luchas por la justicia social. Como miembro del grupo indígena “Movimiento de Mujeres y Diversidades por el Buen Vivir” de Argentina, Karumanta explicó cómo el grupo creó la campaña basándose en la interconexión de múltiples problemas a los que se enfrentan, como el genocidio de las poblaciones indígenas, el “ecocidio” del medio ambiente y la tierra, el epistemicidio de los conocimientos ancestrales y el feminicidio contra las mujeres.

Conozca el trabajo de nuestrxs ponentes invitadxs:

Estas enriquecedoras conversaciones no habrían sido posibles sin la experiencia de nuestrxs ponentes invitadxs. Le invito a explorar los siguientes enlaces y conocer mejor su trabajo fantástico:

  • Gabriella da Costa compartió los resultados de Pegabot, un proyecto creado para ayudar a identificar contenidos no auténticos y ataques en línea por parte de bots.
  • Agustina Paz trabaja en LatFem, un colectivo político y editorial compuesto por profesionales y activistas feministas.
  • Karen Vergara, de la ONG Amaranta, compartió cómo están abordando las injusticias de género en los ecosistemas de información con estrategias holísticas. Echa un ojo a algunos de sus materiales didácticos e investigaciones aquí.
  • Laura Sofía Mejía nos contó cómo Baudó está construyendo una red de narradores audiovisuales de comunidades afrodescendientes, rurales e indígenas, que están produciendo periodismo y arte centrados en la comunidad.
  • Karumanta Escalada compartió su campaña “Basta de Terricidio” y nos recordó lo conectadas que están las distintas luchas por la justicia social.
  • Thaís Lazzeri suscitó reflexiones a partir del trabajo de FALA Estúdio para fortalecer los ecosistemas de información.
  • Jéssica Botelho aportó profundidad y matices a nuestro debate sobre los desiertos de información. Síguela aquí y echa un ojo a su trabajo en el Centro Popular de Comunicação e Audiovisual, un colectivo que trabaja con la justicia climática, los derechos humanos y la diversidad cultural.
  • Adriana González, del Proyecto Lava, nos hizo reflexionar sobre el poder del “periodismo de soluciones”.

Más información sobre este proyecto

Tras la serie de eventos en línea de octubre, algunas personas de nuestro equipo se reunieron en Santiago de Chile, donde nos reunimos con periodistas, activistas y movilizadoras de 10 países de América Latina y el Caribe. Puedes echar un primer vistazo a cómo fue ese encuentro aquí.