El Centro Latinoamericano de Periodismo Investigativo (CLIP) es una asociación sin fines lucrativos basada en Costa Rica, con un equipo Latinoamericano que conduce y coordina investigaciones periodísticas transfronterizas y colaborativas, y pone a disposición sus innovaciones tecnológicas a los periodistas de la región.

Pablo Medina Uribe, editor de investigaciones sobre la desinformación del CLIP, explica que un elemento mayor de su trabajo con periodismo investigativo consiste en formar alianzas transnacionales, investigar y entender las temáticas compartidas que son de interés en múltiples países.

Esto les permite ampliar el trabajo de sus socios y «ser capaces de investigar cosas que quizás no podríamos investigar por nuestra cuenta».

“Hacemos entrenamiento para periodistas – en particular sobre cómo conducir mejores investigaciones. Lo hacemos en relación a varias temáticas, a veces en investigación corporativa, a veces en investigación sobre mercados internacionales, a veces en investigación digital, a veces en investigación digital de código abierto y un poco más, dependiendo de la experiencia que hemos acumulado y de la investigación que hayamos realizado”.

“E intentamos crear [una] comunidad en donde se pueden encontrar periodistas, miembros de organizaciones de sociedad civil, ciudadanos interesados en algunas de estas temáticas, en donde podemos no solamente discutir sobre como cubrir mejor estas temáticas, sino además identificar cuales son temas alrededor de los cuales es importante generar alianzas más allá del periodismo”.

Uribe explica que su abordaje colaborativo y enfocado en la comunidad les permite percibir mejor como los asuntos están vinculados entre sí – por ejemplo, permiten notar los paralelismos en la desinformación sobre cuestiones mineras, emisiones de carbono y corrupción corporativa. Al conectar organizaciones de la sociedad civil que trabajan sobre minería y otras que trabajan sobre desinformación, nuevas conexiones y estrategias pueden surgir.

El proyecto de periodismo investigativo Mercenarios Digitales, por ejemplo, coordinado por el CLIP, involucró alianzas entre medios de Argentina, Bolívia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

Al reunir evidencia sobre una red internacional de actores de desinformación que operan en la región, la investigación logró revelar cómo las compañías de mercadeo político están vinculadas con la extrema derecha.