Tejido colectivo de palabras

Published on febrero 26, 2025 by The Engine Room

Por Aída Naxhielly Espíndola de La Sandía Digital

Venimos de lugares con mucho viento.

Hacemos una red de narradores comunitarios para difundir historias sobre cambio climático, justicia racial y género.

Hacemos comunicación para el cambio social, exposiciones con fotos y escritos por mujeres de la periferia. También bordamos, hacemos cómics y publicamos entrevistas sobre desigualdad.

Venimos a sembrar semillas de la radio, de estar presentes y escuchar. Buscamos alternativas de compartir, crear, consumir, reconocer el espacio de lxs otrxs.

Unimos habilidades y conocimientos, porque queremos salir de las lógicas de competencia. Sembrar otro tipo de enfoques, de maneras de relacionarse con las personas y la tecnología.

Trabajamos contra la deshumanización de los cuerpos. Y llevamos estas semillas para plantarlas a donde vayamos de vuelta.

Porque no queremos irnos, sino volver. Por eso hacemos comunidad, trabajo de base.

Buscamos hacer más cosas dentro de nuestros mismos barrios, y que los y las vecinas le caigan a los espacios.

Soñamos con tener una radiobocina que transmita noticias locales, con tener mayor presencialidad para tener conversaciones con la gente. Que existan cooperativas de periodistas que puedan gestionar sus propias historias. Con captar recursos y crecer audiencias…

Soñamos con no tener que presentar un plan de monitoreo ni evaluación. Que la cooperación internacional entienda que no nos puede medir igual, que el alcance que tenemos es precisamente ese: que trabajamos con la comunidad, que caminamos con esa comunidad.

Porque nuestro viento provoca, mueve otras cosas. Porque somos el efecto de algo o alguien, y la causa de la transformación de los demás.